Cuando alguien se enfrenta a una tarea que no ha hecho antes generalmente necesita un apoyo, una guía o referencia. En esta ocasión, hemos realizado otro taller de cocina en el que se han elaborado tres recetas: gazpacho, huevos rellenos y tarta de chocolate. Para esto, necesitábamos las recetas, con los ingredientes necesarios y el proceso de elaboración. La excusa perfecta para, entre otras cosas, "poner las manos en la masa", con lo que eso nos gusta, trabajar en equipo, desarrollar la motricidad fina, aprender a desenvolvernos y a identificar las diferentes zonas en un supermercado, los diversos tipos de alimentos... y trabajar la lectura y escritura en el aula de una manera funcional y significativa, mediante un texto de uso social como es la receta.
Una vez las recetas en nuestro poder, comprobamos que no disponíamos en clase de todos los ingredientes necesarios, así que era necesario ir a comprarlos al supermercado más cercano. ¿Cómo hacerlo? Haríamos tres grupos de niños y niñas, cada uno encargado de una de las recetas y cada grupo, acompañado de uno o dos papás o mamás escribirían su lista de la compra, como la vida misma.
Hecha la lista, surge un problemilla: hace muy mal día, ¿vamos todos a hacer la compra o sólo los familiares que nos acompañan? Imagináis la respuesta, ¿no?
Pues sí, a ponerse los chaquetones, coger los paraguas y ... en marcha. ¿Quién teme a la lluvia? Nosotros demostramos la semana pasada que
no.
Gracias a nuestr@s ayudantes, que hicieron un esfuerzo por acompañarnos este día.
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