- Buscar un bote de cristal (si es más ancho o redondo que el mío queda mucho mejor)
- Pegar con un pegamento fuerte algún objeto en la tapa, en este caso he usado una oveja y un árbol.
- Llenar el bote de agua destilada.
- Añadir purpurina y cerrar. ¡Ya tenéis un paisaje invernal!
Esta idea la vi en un blog que sigo habitualmente, El hada de papel, en el que se muestran manualidades y actividades varias para niños y niñas de diferentes edades.
Si alguien se anima y hace una bola de nieve puede traerla a clase para que la veamos.
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